SECTOR AGRÍCOLA (Producción Primaria) - IV TRIMESTRE 2016



A continuación indagaremos en el cierre de la cosecha fina y de la siembra gruesa 2016/17.

1.      Granos Finos - Cultivos de Invierno

I) Trigo: a mediados de enero culminó la cosecha 2016/17 del cereal, una vez finalizada la trilla de los últimos lotes en los núcleos trigueros de la Región Sur. En los cultivos primicia de la Región Norte (27,1% del área) se levantaron 2,7 millones de tn (+27,1% interanual; 17,9% de la cosecha total), con un rinde promedio de 23,1 qq/ha (+18,8% i.a.): mientras en NOA y NEA se registró una merma de los rindes por escasez hídrica, se destaca la productividad obtenida en centro-norte cordobés y santafesino, que empujó la trilla al alza reforzando el alza general en la superficie (+11,6% i.a.). Luego de un marcada suba del +42,0% i.a. en el área (principalmente en Zona Núcleo, Entre Ríos y sur cordobés), en la Región Centro la producción se expandió notablemente, alcanzando 8,1 millones de tn (+65,0% i.a.; 54,1% de la cosecha), con un gran rinde de 39,5 qq/ha (+23,5% i.a.): resaltando el incremento en la aplicación de tecnología en los cultivos, los rindes conseguidos en Zona Núcleo (41,7 qq/ha) y norte pampeano-oeste bonaerense (41,9 qq/ha) se erigieron como los mayores del área agrícola nacional. Los núcleos trigueros de la Región Sur se vieron afectados por sequías y heladas que empujaron los rindes y la producción a la baja en el sudeste bonaerense, menguando la cosecha potencial; la trilla fue de 4,2 millones de tn (+11,3% i.a.; 28,0% de la cosecha) con un rinde de 34,8 qq/ha (-2,1% i.a.). De este modo, a raíz de los factores económicos (suba de la rentabilidad vía quita de retenciones[17] y devaluación, y eliminación del “cepo triguero exportador”) y agronómicos (rotación de cultivos, absorción de humedad excedente, cobertura) que empujaron las siembras al alza, tuvo lugar un muy relevante incremento en la producción triguera -superando lo acontecido en las cinco campañas previas-, sostenido en el aumento de superficie y en las elevadas productividades registradas en la Región Centro (que compensaron la merma en los rindes del sudeste bonaerense): según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), la cosecha se elevó a 15,0 millones de tn (+38,8% i.a.; 2015/16: 10,8 millones) en 4,7 millones de ha (+23,7% i.a.; 2015/16: 3,8 millones), con un muy relevante rinde[18] de 33,9 qq/ha (+17,0% i.a.); por su parte, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) estimó una cosecha de 14,95 millones de tn (+37,2% i.a.; 2015/16: 10,9 millones) en 4,6 millones de ha (17,9% i.a.; 2015/16: 3,9 millones) y un rinde de 33,3 qq/ha (+13,7% i.a.), mientras que la última estimación oficial del Ministerio de Agroindustria (MAI) fue de 18,4 millones de tn (+62,7% i.a.; 2015/16: 11,3 millones) en 6,4 millones de ha (+45,5% i.a.; 2015/16: 4,4 millones) con un rinde de 33,0 qq/ha[19].

II) Cebada: con el epílogo de la trilla en los núcleos cebaderos sureños, en las postrimerías de enero culminó la cosecha 2016/17 del cereal (que, al igual que el trigo, sufrió de una demora relativa dado el mayor peso de siembras tardías, luego del retraso en la cosecha sojera 2015/16). En la Región Sur (principal zona productora, con el 79,3% del área nacional) la producción totalizó 2,4 millones de tn (-33,3% i.a.; 80,7% de la cosecha total), con un rinde de 39,2 qq/ha (-8,0% i.a.): la causa fundamental de este importante desplome radica en lo acontecido en el sudeste bonaerense (que concentra el grueso de la superficie: 52,9%), donde como consecuencia del avance triguero -y en menor medida por el retraso en la implantación- tuvo lugar una cuantiosa caída en las siembras (-0,25 millones de ha), lo cual junto a una sensible merma del -10,6% en los rindes -en virtud de haberse registrado sequías y heladas tardías- impactó de lleno en la cosecha, que sólo acumuló 1,7 millones de tn (derrumbándose -40,8% i.a.; incluso cierta fracción implantada con destino cervecero pasó a uso forrajero); en cambio, en el centro bonaerense la condición hídrica permitió buenos rindes, aumentando de la producción pese a la pérdida de área. Por su parte, en la Región Centro del mismo modo se destaca el alza en los rindes obtenidos en norte pampeano-oeste bonaerense: 38,9 qq/ha (+14,3% i.a.).Así, lo acontecido en el sudeste de Buenos Aires resultó determinante en la caída general: según BCBA, la cosecha fue de 3,0 millones de tn (-29,5% i.a.; 2015/16: 4,25 millones) en 0,85 millones de ha (-29,2% i.a.; 2015/16: 1,2 millones) con un rinde de 39,0 qq/ha (-5,8% i.a.);en el mismo sentido, MAI estimó una cosecha 3,3 millones de tn (-33,2% i.a.; 2015/16: 4,9 millones) en 0,98 millones de ha (-33,2% i.a.; 2015/16: 1,47 millones).

2.      Granos Gruesos - Cultivos de Verano

III) Girasol: con la incorporación de los lotes finales de los núcleos girasoleros del Sur, a mediados de diciembre culminó la siembra 2016/17 de la oleaginosa; en paralelo, comenzaron las primeras labores de cosecha en el núcleo productivo del Chaco. En la Región Norte el área fue de 0,57 millones de ha (+72,6% i.a.; 33,3% del área total), destacándose las notables subas en la superficie girasolera en NEA y centro-norte santafesino; de igual modo, en los núcleos de la Región Sur las siembras se expandieron en sobremanera, elevándose a 0,84 millones de ha (+23,5% i.a.; 49,1% del hectareaje). Así -verificándose los factores alcistas expuestos en nuestro informe del IIT2016-, según BCBA se implantaron 1,7 millones de ha (+39,3% i.a.; 2015/16: 1,22 millones); MAI prevé 1,69 millones de ha (+17,3% i.a.; 2015/16: 1,44 millones).

A mediados de febrero la cosecha avanzó sobre el 32,1% del área cosechable, totalizando 0,99 millones de tn con un rinde de 18,6 qq/ha, habiendo prácticamente finalizado las labores en la Región Norte, donde se acumularon 0,95 millones de tn, en lo esencial provistas por los núcleos girasoleros del NEA y centro-norte santafesino (que a pesar de presentar óptimas condiciones en diciembre, no obstante tuvieron una caída promedio del -4,7% i.a. en los rindes, a raíz de posteriores excesos hídricos en etapas cruciales del ciclo -que también ralentizaron la trilla-). En cambio, el grueso de los núcleos girasoleros sureños se vio afectado por una sostenida sequía (que data del pasado invierno) que limitó el desarrollo de los planteos, lo cual podría erosionar la productividad potencial de los cultivos tempranos. Cabe destacar que los relevantes y extensos incendios acaecidos en el sudeste de La Pampa (1,5 millones de ha -el 10% del territorio provincial-) y sudoeste bonaerense en enero afectaron en lo esencial a zonas preponderantemente ganaderas, con escasa superficie cubierta por girasol. En este marco, BCBA proyecta una cosecha de 3,5 millones de tn (un importante aumento del +40,0% i.a.; 2015/16: 2,5 millones), mientras MAI estima un volumen de 3,2 millones de tn (+6,7% i.a.; 2015/16: 3,0 millones): sin embargo, estas estimaciones podrían verse reducidas en función de la escasez hídrica imperante en el Sur.

IV) Maíz: a comienzos de febrero concluyó la siembra maicera 2016/17, con la implantación de los últimos cultivos tardíos y de segunda ocupación (sobre rastrojo de girasol) en NOA y NEA. Este importante cereal particularmente tiene una muy amplia ventana óptima de siembra: I) las siembras tempranas (alrededor del 45% en esta campaña) dieron inicio a mediados de septiembre en la zonas primicia de la Región Centro, culminando a comienzos de diciembre en la zona norte del país (donde recién arrancan a fines de noviembre); II) las siembras tardías y/o de segunda ocupación (55% de la siembra en 2016/17) inician en diciembre sobre todo en el centro del área agrícola nacional (las de segunda, sobre rastrojo de fina y legumbres), culminando entre fines de enero y comienzo de febrero en la Región Norte. Así, en la Región Centro se sembraron 2,46 millones de ha (+26,9% i.a.; 50,3% de la superficie total): se incorporaron 0,52 millones de ha respecto a 2015/16, con aumentos significativos en todas las zonas (aunque principalmente concentrados en Zona Núcleo, sur cordobés y norte pampeano-oeste bonaerense). La Región Norte acumuló 1,84 millones de ha (+25,5% i.a.; 37,5% del área), destacándose el alza verificada en el importante polo productivo maicero ubicado en el centro-norte cordobés (zona con el segundo mayor hectareaje del país, detrás de Zona Núcleo). Luego, en la Región Sur se implantaron 0,6 millones de ha (+34,8% i.a.; 12,2% del área), resaltando la superficie ganada en el sur de Buenos Aires y La Pampa. Sostenida (y fortalecida respecto a la competencia entre los granos gruesos) en la relativa mejora de la relación entre el precio de mercado y los costos, que -en lo que hace a lo primero- en buena medida derivó de las políticas implementadas a poco de su asunción por el gobierno nacional (megadevaluación, quita de retenciones y cese del “cepo cerealero exportador”), la siembra de maíz experimentó un notorio incremento a lo largo del área agrícola nacional, elevándose según BCBA a 4,9 millones de ha (+27,3% i.a.; 2015/16: 3,85 millones): es factible resaltar que el 49,7% del alza lo explica la Región Centro, a la vez que Córdoba vuelve a erigirse como principal provincia maicera del país -en cuanto a superficie-. Por su parte, BCR estimó un área de 5,8 millones de ha (+18,4% i.a.; 2015/16: 4,9 millones), mientras que MAI[20] hizo lo propio en 7,3 millones de ha (+5,8% i.a.; 2015/16: 6,9 millones).

En la franja central del país (en especial en noroeste bonaerense, este cordobés, centro-sur de Santa Fe y Entre Ríos) los cultivos se fueron desarrollando con gran reserva de humedad, aunque entre diciembre y enero se vieron afectados por copiosas lluvias que provocaron anegamientos y excesos hídricos de consideración (llegando a poner en riesgo 300.000 ha); contrariamente, en el sur bonaerense-pampeano la seca afectó buena parte del ciclo, erosionando la condición de los lotes así como la implantación de siembras tardías. En este escenario, en febrero comenzó la trilla de los primeros cuadros en centro-norte santafesino, Entre Ríos y Corrientes, registrándose buenos rindes. No obstante los excesos de humedad que afectaron al cereal en la Región Centro así como los déficits hídricos en la Región Sur, no se vislumbran mayores inconvenientes en los rindes estimados: de este modo, BCBA proyecta una cosecha de 37,0 millones de tn de maíz -destino comercial- (elevándose +23,3% i.a.; 2015/16: 30,0 millones), mientras BCR calcula un total de 36,5 millones de tn (+21,3% i.a.; 2015/16: 30,1 millones); por su parte, MAI aún no ha publicado sus estimaciones de cosecha: de no mediar inconvenientes climáticos radicales, sin duda alguna el agro argentino está a las puertas de la mayor cosecha de maíz de su historia[21].

V) Soja: con la implantación de los últimos cuadros en la Región Norte, en febrero culminó la siembra sojera 2016/17. En la Región Centro se sembraron 10,7 millones de ha (-4,5% i.a.; 55,7% del área nacional): una merma de 0,5 millones de ha respecto a 2015/16, de las cuales 0,29 millones corresponden a la Zona Núcleo (principal región sojera del país, concentrando 5,3 millones de ha) y 0,11 millones al sur cordobés; salvo un repunte marginal en San Luis, se registraron caídas en toda la región. Luego, la Región Norte acumuló 5,93 millones de ha, manteniendo casi inalterado su hectareaje sojero (-0,5% i.a.; 30,9% del área); el gran alza del área en NOA (+18,8% i.a.: mayor crecimiento nacional[22]) compensó la relevante disminución acontecida en centro-norte cordobés y santafesino. Finalmente, la Región Sur totalizó 2,57 millones de ha (-12,6% i.a.; 13,4% del área), destacándose los derrumbes registrados en el sur de Buenos Aires y La Pampa (-0,41 millones de ha, particularmente en el sudeste bonaerense). Así, BCBA estimó una superficie sembrada de 19,2 millones de ha (-4,5% i.a.; 2015/16: 20,1 millones), BCR hizo lo propio también en 19,2 millones de ha (-5,0% i.a.; 2015/16: 20,2 millones), en tanto que MAI informó un área de 19,45 millones de ha (-5,0% i.a.; 2015/16: 20,5 millones): cabe destacar que esta superficie se ubica por debajo del promedio de las cinco campañas anteriores (19,7 millones de ha).

Las siembras tuvieron un comportamiento disímil. Por un lado, en la franja central del país (especialmente Zona Núcleo, sur cordobés, centro santafesino, Entre Ríos y norte pampeano-oeste bonaerense), donde se ubican las principales regiones productivas, las siembras transitaron óptimas condiciones climáticas y de humedad durante noviembre, mientras que entre fines de diciembre y enero se produjeron intensas tormentas que provocaron inundaciones y anegamiento de lotes y caminos rurales, afectando severamente 770.000 ha (perdiéndose a priori alrededor del 50%), quedando sin sembrarse otras 100.000 ha. De forma opuesta, el extremo sur del área agrícola nacional sufrió sostenidas sequías durante todo el ciclo de implantación, tornando crítica la situación de la soja de primera, a la vez que ralentizando e impidiendo finalmente la siembra del grueso -unas 300.000 ha- de los cuadros de segunda ocupación (ya que la coyuntura no se modificó al cierre de la ventana óptima de siembra, promediando enero). De este modo, la caída del área sojera nacional, si bien en lo fundamental obedeció al incremento del área destinada a otros cultivos gruesos tales como el maíz y el girasol (como consecuencia de las mencionadas políticas aplicadas por el gobierno nacional desde diciembre de 2015[23]), se vio aún más erosionada en virtud de los excesos hídricos en la Región Centro y de las sequías en la Región Sur, que derivaron en la imposibilidad de concretar la intención de siembra, abandonándose extensas superficies (además de la pérdida de lotes ya implantados). En este escenario, alrededor del 80% del área correspondió a soja de primera y un 20% a soja de segunda (concentrada básicamente en el Centro): así, no obstante el alza triguera, a raíz de la sequía en el sur la soja de segunda no logró ganar mayor peso de la mano del doble cultivo trigo-soja.

A pesar de los avatares climáticos descriptos, la mayoría de los cuadros de primera y segunda en el centro del área agrícola se encuentra en condiciones satisfactorias (no así los ubicados en la Región Sur). En consecuencia, BCBA estima una cosecha sojera 2016/17 de 54,8 millones de tn (-2,1% i.a.; 2015/16: 56,0 millones), mientras BCR proyecta 54,5 millones de tn (-1,4% i.a.; 2015/15: 55,3 millones); MAI aún no ha informado sus cálculos[24].

VI) Sorgo: la siembra de sorgo granífero culminó en febrero. En los núcleos sorgueros de la Región Norte se cubrió un área de 0,46 millones de ha (-6,5% i.a.; 57,0% del área nacional), destacándose el peso de la siembra de segunda ocupación sobre rastrojo de trigo y girasol; en el NEA (principal zona productora del país, con el 25,0% del área sorguera) se mantuvo la superficie, en tanto se registraron caídas relevantes en centro-norte cordobés y santafesino. En la Región Centro la siembra fue de 0,25 millones de ha (-7,0% i.a.; 30,9% del área), con caídas en casi todas las zonas, viéndose afectado el cereal por las inundaciones ya que suele sembrarse en lotes proclives a sufrir anegamientos; en tanto en la Región Sur el área se mantuvo constante, alcanzando a 97.000 ha (12,1% del área), resaltando el sur pampeano-oeste bonaerense como zona importante (donde la escasez hídrica dificultó las labores, y podría menguar los rindes). Así, según BCBA la siembra 2016/17 totalizó 0,8 millones de ha (-5,9% i.a.; 2015/16: 0,85 millones), mientras que MAI cuantificó 0,84 millones de ha (-0,2% i.a; 2015/16: 0,842 millones). BCBA estima una cosecha 2016/17 de 3,2 millones de tn (-5,9% i.a.; 2015/16: 3,4 millones), en tanto que aún no se encuentran disponibles las proyecciones del MAI.

Gráfico 21: Balance de agua útil (%) en el suelo[25] -al 16/01/2017-.

Fuente: Servicio Meteorológico Nacional / Instituto de Clima y Agua-INTA / Facultad de Agronomía UBA.

 

3.      Campaña 2016/17: con récord de siembras, y a las puertas de la mayor cosecha de la historia

La siembra 2016/17 de los seis cultivos principales del agro argentino se extendió, considerando los datos de BCBA, sobre una superficie de 32,15 millones de ha, aumentando así un destacable +3,6% i.a. (2015/16: 31,02 millones) que la catapultó como la mayor siembra histórica. Resulta preciso destacar que, en forma opuesta a lo que indica la historia agrícola reciente en Argentina, dicho récord en el área implantada se da en el marco de una importante retracción del hectareaje sojero, que terminó disminuyendo en -0,9 millones de ha (-4,5% i.a.); de esta manera, aunque no obstante lo anterior la oleaginosa sigue siendo por lejos el cultivo preponderante hacia el seno del agro argentino, perdió cierto terreno, acaparando el 59,7% de la superficie de los cultivos analizados (2015/16: 64,8%; promedio cinco campañas previas: 63,0%). Por el contrario, el alza de +1,13 millones de ha en la superficie sembrada total se sostuvo en los notables incrementos de área acaecidos en maíz (+1,05 millones de ha), trigo (+0,9 millones) y girasol (+0,48 millones): entonces, se tiene que a raíz de las políticas implementadas por el gobierno nacional en diciembre de 2015 (megadevaluación, quita/reducción de retenciones, cese del “cepo cambiario” y eliminación de los cupos a las exportaciones de cereales), en primer lugar el trigo se acrecentó en forma considerable (desplazando nítidamente a la cebada, que en la competencia con aquél sufrió una sensible merma de -0,35 millones de ha en su ocupación), a la par que -en lo que respecta a la siembra gruesa- el maíz y el girasol le ganaron una vasta superficie a la soja (aunque en una proporción mucho menor, otro tanto ocurrió con respecto al sorgo -fundamentalmente en el norte del área agrícola-). Cabe mencionar que la siembra gruesa pudo haber sido incluso algo superior, de no haberse visto erosionada por relevantes excesos hídricos en la Región Centro así como por la prolongada sequía que aquejó el sur de Buenos Aires y La Pampa, cuestiones climáticas que hicieron inviable la siembra de 0,4 millones de ha de soja.

En lo inherente a la producción, en virtud de lo descripto y de excelentes rindes en el centro del país, la cosecha fina cerró con un contundente incremento del +38,9% i.a. en trigo (15,0 millones de tn), a la vez que la cebada se redujo -29,4% i.a., en virtud de la pérdida de área y de la mala condición en el sudeste bonaerense; luego, respecto a los cultivos de la gruesa, se espera una suba ciclópea en maíz y girasol, en paralelo a una caída en soja y sorgo. De este modo, y a pesar de las pérdidas de rinde y/o área potencial en las mencionadas regiones, la cosecha 2016/17 de los seis cultivos principales alcanzaría unas 116,5 millones de tn, elevándose un destacable +8,9% i.a.[26] (2015/16: 106,95 millones), cristalizándose en la mayor cosecha de la historia.

Cuadro 17: Cultivos seleccionados. Superficie Sembrada (en ha) y Producción (en tn), distribución porcentual y variación interanual. Campañas 2014/15, 2015/16 y 2016/17.

Fuente: Elaboración GERES en base a datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

Granos Finos / Cultivos de Invierno -COSECHA Campaña 2016/17- (al 19/01/2017)

 

Granos Gruesos / Cultivos de Verano -SIEMBRA Campaña 2016/17- (al 16/02/2017)

Fuente: Elaboración GERES en base a datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

[17] Impuesto de índole sumamente regresiva, que castiga por igual a pequeños, medianos y grandes productores.

[18] Se obtuvo el segundo mejor rinde histórico, detrás de 2010/11 (BCBA: 34,3 qq/ha; MAI: 35,0 qq/ha).

[19] Resulta particularmente llamativa la notoria diferencia de unas 3,4 millones de tn (+22,6%) existente entre las coincidentes estimaciones privadas y lo informado por el MAI (luego de que éste acrecentara 0,1 millones de ha en su reporte de ene-17 e incluso repentinamente otras 1,0 millones en feb-17), respecto a una cosecha que ya se levantó en su totalidad: así, dicho volumen de 18,4 millones de tn se erigiría en la mayor cosecha triguera de la historia del agro argentino. Más allá de considerar la distinta capacidad y métodos de relevamiento en cuestión (MAI utiliza el “método de segmentos aleatorios”, sustentado en un muestreo a campo probabilístico estratificado de áreas para la estimación de las superficies sembradas con cultivos extensivos; los privados se basan en estimaciones derivadas de múltiples censos y encuestas), ante tamaña discrepancia -y considerando además que también el USDA (United States Department of Agriculture) en su reporte de feb-17 calcula una cosecha de 15,0 millones de tn-, no debería soslayarse la posibilidad de una sobreestimación estadística no menor por parte del MAI.

[20] Desde la campaña 2012/13, el ex MAGyP no sólo considera el maíz con destino comercial, sino el de uso forrajero al interior de los campos.

[21] En su informe de feb-17, USDA estimó una cosecha de 36,5 millones de tn de maíz (+25,9% i.a.; 2015/16: 29,0 millones).

[22] En este incremento probablemente tenga influencia la devolución (a priori entre mar-17 y ago-17 inclusive, y sólo para las primeras 2.000 tn vendidas) de otro 5% de retenciones para los productores ubicados en las provincias norteñas que producen soja (Misiones, Corrientes, Formosa, Chaco, Santiago del Estero, Jujuy, Salta, Tucumán y Catamarca -que junto a La Rioja forman parte del denominado “Plan Belgrano”-), en compensación por la desventaja relativa que aquéllos tienen respecto a los productores de la Región Pampeana, en lo que obedece al mayor costo de los fletes que deben cubrir para transportar su producción hacia acopios y puertos -así como por la postergación en la rebaja general de la alícuota de retención (ver nota al pie N°23)-. La compensación implica un fondo de $ 1.000 millones.

[23] En este marco, luego de reducir en dicha fecha un 5% las retenciones a la soja y derivados (y de eliminarlas para el resto de los cultivos), el gobierno nacional modificó su promesa electoral original de bajarlas sucesivamente un 5% anual, y en cambio el 30/12/2016 publicó el decreto N° 1343/16 por medio del cual se establece una reducción mensual del 0,5% a entre ene-18 y dic-19, inclusive (quedando en 18% para el poroto y en 15% para harinas y aceites).

[24] En su informe de feb-17, USDA estimó una cosecha de 55,5 millones de tn de soja (-2,3% i.a.; 2015/16: 56,8 millones).

[25] El agua útil es la lámina de agua aprovechable por los cultivos, que el suelo contiene hasta la profundidad efectiva de raíces. Nótese los masivos excesos hídricos que registraron los suelos en sureste cordobés, Santa Fe, noroeste bonaerense y Entre Ríos a mediados de enero, así como las evidentes sequías en el sur de Buenos Aires y La Pampa.

[26] Reflejando esta suba en la actividad agrícola (estimativamente, un incremento de +9,55 millones de tn), se calcula que en 2016/17 la venta de silobolsas aumentará un +14,3% i.a. (de 420.000 a 480.000, pudiendo guardarse unas 150/200 tn por silobolsa), alcanzando una capacidad de almacenamiento récord de 70,0 millones de tn, para granos y forraje (en un escenario en el cual el almacenaje estático en silos convencionales se ubica en torno a las 60,0 millones de tn).